[Layout by Peculiar_Purple]
Lo de la tolerancia, el saber contenerse, el no decir lo que uno piensa por evitar una situación crítica o no deseada. Es muy bonito. Incluso es ideal.
Pero hay veces que no, que no se puede evitar.
Tienes ganas de decirle a quien te retrae sea esté una persona o no(tu ética o moral) que tienes que decirlo.
Que tienes que decir lo que pasa, y si se cae o se desmorona el mundo no pasa nada.
El otro, el que se supone que se va a cabrear con lo que dices. Tiene que respirar hondo y ponerse en tu sitio, en tu situación. Y no siempre tiene la razón.
Algunas veces para salir de un escollo o problema hay que dar dos pasos atrás para saltar, osea hay que poner la otra mejilla aunque duela o dar la mano para ayudar a levantarse.
Porque alguién esté haciendo daño o perjuicio a los que quieres, esa a lo mejor no es su intención. Está mal y lo que hay que hacer es intentar ayudarle para que encauce por el buen camino.
Si le das de lado, lo más probable es que se pierda para siempre . . .
¿Acaso es lo que quieres?
1 Comments:
La cuestión es: la persona que ofende reconoce su error y se deja ayudar? Además, para ayudarle, a veces hay que olvidar el orgullo, y eso no es fácil.
By
Anónimo, at 9:54 p. m.
Publicar un comentario
<< Home